La Asociación Montañesa de Ayuda al Toxicómano – AMAT, presenta hoy los principales datos de la Memoria de Actividades 2013, en la que se enmarcan los programas ejecutados el año pasado por nuestra entidad en colaboración con el Gobierno de Cantabria (Consejería de Sanidad y Servicios Sociales) y el Ayuntamiento de Torrelavega (Concejalía de Bienestar Social e Igualdad).
La Memoria de Actividades 2013, que ponemos ya a disposición de quién lo necesite, arroja unos datos principales que pretendemos destacar en los diferentes programas de atención integral e intervención en drogodependencias. Más de medio millar de casos fueron atendidos en AMAT durante 2013 repartidos en los diferentes programas que a continuación enumeramos:
En el programa «Información y Acogida» fueron atendidas 257 personas. En el programa «Asistencia a Familiares» el número de casos ascendió hasta 108 y en el programa «Apoyo a la Inserción» 139 fueron los pacientes en tratamiento durante todo el año. Los programas de «Apoyo Terapéutico a Usuarios de Bajo Umbral» (49 demandantes) y «Lucha contra el VIH/SIDA y otras ITS» (91 solicitudes), cierran los datos de la atención en la sede de nuestra entidad durante 2013, a lo que hay que añadir los 715 receptores de los «Talleres de Intervención en Drogodependencias» del programa «Consulta e Información sobre Drogas que impartimos en los centros educativos de la Comarca del Besaya.
Sin ahondar más en la cuantificación de los datos, sí creemos conveniente destacar aspectos cualitativos de la atención prestada y los casos atendidos.
El perfil de consumidor ha cambiado, tal y como veníamos alertando en los últimos años. Ya no hablamos de un perfil asociado al uso recreativo de las sustancias en momentos lúdicos de ocio y tiempo libre, si no que los consumos se están encajando en el nuevo marco social que se ha generado como consecuencia de la crisis que estamos viviendo.
Al problema de la drogodependencia, hay que añadir el desempleo, la inestabilidad laboral y formativa, la falta de recursos básicos para vivir, problemas familiares y sociales, etc… que son el caldo de cultivo perfecto para que las sustancias como el cánnabis y el alcohol encuentren su espacio.
Además, la crisis ha destapado casos de consumo problemático que estaban ocultos y que ahora están pidiendo ayuda, y generando nuevas situaciones problemáticas donde es preciso incidir si se quiere afrontar el problema de la drogodependencia. «Es imposible trabajar el problema de la drogodependencia sin abordar la situación personal de cada caso».
El policonsumo de alcohol + cocaína + cannabis es el patrón habitual, aunque la heterogeneidad de los casos no nos permite sacar una sola conclusión. Están acudiendo cada vez más casos de un problema exclusivo con el alcohol en personas sin ocupación y/o con cánnabis en casos cada vez mas jóvenes y/o adolescentes.
Las sesiones terapéuticas se han intensificado y es necesario dotar a los pacientes de herramientas personales y habilidades sociales, formativas y laborales, que les permitan ir afrontando al mismo tiempo todos los «frentes abiertos» que se están encontrando, para así poder alcanzar la rehabilitación y reinserción social.
Ha sido un año de mucho esfuerzo, trabajo y dedicación, pero también de sobrecarga y saturación que nos lleva a la necesidad de crecer para dar mejor respuesta a quienes nos están necesitando.